miércoles, 3 de septiembre de 2008

(Des) Amarres (1ra parte)

“Ya nadie lo pone en duda por maestría y calidad,

sos el capo del ‘choreo’, ‘pungar’ tu especialidad,…

…si el ‘choreo’ se hace deporte y al país representás

de seguro que ese año ‘quedamos’ campeón mundial.”

Tomado de Los Aut. Decad.

Ecuador no rompe récords olímpicos. Quiebra, eso sí, otras marcas menos honrosas: es el que tiene a los funcionarios públicos que reciben más pagos irregulares (corrupción) en Latinoamérica, según el Fraser Institute (Vancouver-Canadá); es, además, el segundo país más corrupto de Suramérica, según International Transparency (Berlín-Alemania); y ocupa el tercer lugar entre los países con las instituciones públicas menos eficientes en Suramérica, según publicación del Doing Business Prog. del Banco Mundial (Washington DC-USA).

Esos indicadores del 2007 se basaron en datos del 2005 ó más recientes.

Ahora bien, son notables los indicadores por cuanto la corrupción genera mala calidad en la provisión de los servicios públicos (educación, justicia, salud, etc.), concentra la riqueza, y profundiza la pobreza. La presencia de corrupción es una garantía para que se incremente esto último, por eso en nuestra ciudad 6 de cada 10 personas son pobres, y 3 lidian con la extrema pobreza, según la Encuesta de condiciones de vida de INEC.

Hace unos años, un informe de un organismo internacional, mencionaba que en Ecuador el tema era más grave por cuanto no era posible reflejar en un indicador el hecho de que los funcionarios eran “baratos” y fácilmente “traicionaban” al corruptor.

¿La corrupción le está ganando la pelea a los honestos? Esto se ve traducido en que cada vez más personas evitan participar en los procesos públicos de contratación de prestación de servicios o de construcción de obras. Participan pocos, o sólo uno, debido a que el proceso estaría dirigido a control remoto, por individuos poderosos, para que un predeterminado sujeto obtenga el contrato. Usted más de una vez escuchó sobre esto, ¿o no?

Si deja que esto continúe nunca habrá una ciudad mejor para sus hijos. Hay que participar y arriesgarse a “perder” luchando contra esos individuos que “ya lo tienen” todo “amarrado”, con la consecuente pérdida de imagen profesional, si pierde. No tema, pues esto es lo que ellos quieren; al contrario, atrévase, participe, arriésguese, y denuncie con ferocidad lo obvio, porque como lo dijo Ludwig von Mises en Human Action “el daño infligido a unos no beneficia a nadie”, ni siquiera al corruptor ni al corrompido, pues en el largo plazo todos salen perjudicados con un sistema corrupto en el que hay que “amarrar” todo.

Nota 1: lea más de este tema en www.fabriciozanzzi.blogspot.com

Nota 2: ya está en la imprenta el último libro de este servidor acerca de la situación socio-económica de la ciudad, con el sello de la UNEMI. Espérelo.