jueves, 1 de noviembre de 2012

Por error llegué a Belén; no a Belín.


(Publicado en octubre 27 de 2012)

No es Berlín, ni Belén; es BELÍN… y parece no río, sino estero.

Se me ha hecho un poco difícil escribir. Luego de acudir invitado a dictar conferencia, participar en coloquios y clases sobre desarrollo económico en diferentes eventos realizados en Perú (U. Nacional de Piura), Guatemala (U. Francisco Marroquín), y Chile (U. del Desarrollo), al venir a Milagro encontré en la vía a Virgen de Fátima grandes letreros que anunciaban mi paso por el “RÍO B E L E N”, junto a la U. Estatal de Milagro. Entonces, dudé “otra vez cometen el mismo error o quizá le hayan cambiado el nombre, legalmente, y no me he enterado”, pues según sé es “ESTERO   B E L Í N”.
     Esto ocurre desde que tengo uso de razón: al cambiar de lugar, modernizar los materiales o restaurar la pintura de los letreros sus constructores le cambian el nombre. Quizá piensan que acá la gente no sabe escribir, o quizá su duda los hace escribir el nombre mejor parecido sin meditar las consecuencias para esta ciudad de aprox. 200mil habitantes (INEC, 2011).
     Ya hace unos 20 años una autoridad provincial aprobó la ubicación de un letrero con “ESTERO   B E R L Í N”. El error tardó un tiempo importante en arreglarse.
     Hoy, el letrero señala “RÍO BELÉN”. Nunca lo hubiera imaginado: ahora sí, con razón, puedo decir “Dios es ecuatoriano y el Milagro de su nacimiento es aquí”. Ya tenemos Belén propio. Para Navidad esperemos turistas. (Broma)
     Fuera buena idea corregir esto pronto, si no se pierde identidad, pues el nombre está incrustado en la base de la historia de la ciudad: aquí vivieron los habitantes de la parcialidad Vellín, según los informes y censos de “indios” de las autoridades españolas desde 1581. A fines del siglo XVI y principios del XVII, dada la pronunciación, dichos funcionarios derivaron la denominación a Belín. Así es conocido hasta hoy un sector del suroeste del cantón (posiblemente ahí se asentaban) y el estero. Luego, la historia abraza el más amplio territorio Chirijo y desemboca en la leyenda de la esposa sanada del ExOidor Miguel de Salcedo que logró cambiar el nombre a San Francisco de El Milagro, hoy San Francisco DE Milagro.
     Por otro lado, no está calificado como río (corriente continua y natural de agua con curso fijo), sino como estero (terreno bajo que suele llenarse de agua por lluvia o filtración de lagunas o ríos cercanos), según los conceptos del Diccionario de la R.A.E. y los datos del Sistema Integrado de Indicadores Socioeconómicos del Ecuador.
     Así que por error, no mío, llegué a Belén; no a Belín.