lunes, 5 de marzo de 2012

Mal servicio al cliente = reducción de ventas


(Publicado en marzo 03 de 2012)

Hola, amig@s lectores, ¿Me recuerdan?,… ¿No? Bueno, hace mucho no escribía. Yo no pudiera recordarl@s porque nunca l@s he olvidado. Hoy escribo sobre cómo el mal servicio al cliente, aun sin intención, reduce sus ventas. A continuación, algunas situaciones:
· Caso 1: una galena del centro de la ciudad que, aun habiendo separado cita, lo hace esperar 4 horas atendiendo a otros.
· Caso 2: una cajera bancaria que desconoce el procedimiento de pago a una empresa guayaquileña a través de su institución y, simplemente, se niega a hacerlo.
· Caso 3: un vendedor de una papelería de la Av. Chirijos, que no quiere vender cinco resmas de hojas porque dice que se apresta a cerrar el negocio.
· Caso 4: una despachadora en una gasolinera del sur de la ciudad que, aunque usted hubiere llegado antes y respetado el turno vehicular, decide -justo cuando debiera atenderlo- despachar el combustible a sus amigos motociclistas recién llegados.
· Caso 5: un heladero en el sector de la línea del tren que con manos desaseadas empuja su carro expendedor, toma el dinero, prepara su helado (tipo “raspado”) y le pone un sorbete para que usted lo “disfrute”.
     Quizá, en los casos 1 y 5, el oferente esté desesperado por atender más clientes, en el 4 la señorita quiso agradar a sus amigos, en el 2 la cajera tuvo miedo al ridículo y no pidió ayuda, y en el 3 fue, simplemente, pereza. Aun fallando sin intención, en dichos casos los clientes no querrán regresar a sus negocios.
     El problema no es menor, y menos en un país con alto índice de pobreza. Cuesta 5 veces más atraer a un nuevo cliente que mantener contento a uno actual, según Thomas Stewart, de Fortune. Además, Kotler y Armstrong nos recuerdan que sólo 5 de cada 100 clientes se quejan al ser mal atendidos, los otros 95 se cambian de proveedor sin mostrar enojo. Un agravante: 7 de cada 10 clientes satisfechos estarían dispuestos a cambiarse a otro producto si les da mayor satisfacción (estudio de AT&T). Y eso sin contar con la transmisión de la anécdota entre clientes.
     Por eso, el vendedor debe esmerarse por brindar un buen servicio y lograr que el cliente sepa que se está esmerando. Debe evitar perder clientes. Hay crisis económica mundial, y aun si no nos afectara significativamente, es buena idea vender más y ahorrar para afrontar las épocas malas.