“El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo,
acaso más que para engañar a los otros”
Luego del atentado al “barquito” de la Nueve de Octubre y del atropellamiento vehicular a un conocido en la Colón, de nuestra ciudad, recuerdo la muerte de una joven, en Quito, en lo que al parecer está involucrada una pariente de un mandamás de la justicia ecuatoriana. No hay similitudes en el tratamiento procedimental: mientras que en el primer caso no se ha encontrado aún a los culpables; en el segundo se ha utilizado todas las influencias posibles y en un turbio proceso, según los periódicos de circulación nacional, se ha encontrado que la culpable fue la víctima.
Increíble, pero cierto, esa es la justicia ecuatoriana: acá cuando hay un atropellamiento con vehículo estatal manejado por un policía a exceso de velocidad utilizando un carril que sólo debiera ser utilizado por el trole y trasladando a los familiares de un burócrata la culpa es… ¡¡¡de la víctima!!! Aplausos.
Ahora bien, qué se le puede pedir al sistema judicial de una sociedad en la que los policías no usan licencias de conducir porque creen, erradamente, que ellos son la Ley. Acá, donde las autoridades creen que tienen el privilegio de romper la Ley, entonces fácil uno se encuentra con que:
¬ El pariente del Rector de un colegio no se encolumna para matricularse, su cupo es “reservado”.
¬ Los vigilantes son los primeros en cruzarse las rojas, estacionarse donde no debieran, ir a una velocidad mayor a la permitida, etc.
¬ Pagamos USD2 por usar una carretera de unos 15 kilómetros, cada vez.
¬ El “vuelto” no lo de completo el de la despensa, la ferretería, la farmacia, etc.
¬ El bus recoja “al vuelo” a los pasajeros y no les permita bajar en los paraderos, sino donde la buena fe del conductor lo indique.
¬ Si el corrupto es tu amigo te haces de la vista gorda.
¬ Nosotros pagamos los impuestos a los activos, a las patentes, y luego se quedan haciendo obras en otras ciudades; no regresa ese dinero… y es legal esto.
¿Cuándo habrá justicia en una sociedad así si todo lo malo nos parece normal? Debiéramos, acaso entonces, ponernos a rezar por justicia divina porque está garantizado que Él tarda pero nunca olvida; la justicia ecuatoriana olvida a propósito... Y punto. Acá, compre al Juez y ya, no espere justicia, espere ganar el juicio. No es la misma cosa, eh.
Vamos todos a rezar nomás, que entre tanto delincuente amanecer cada día es ya una buena noticia. Vamos todos a rezar para que en cada una de nuestras familias haya un policía o un abogado… que nos libre de todo mal… como en el caso del Fiscal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario