Es un Pecado Capital. Dios siempre recordará su comportamiento.
Mala idea eso de aprovecharse de las desgracias ajenas. Parece que en la trágica explosión del sábado algunas personas tuvieron un comportamiento canallesco.
Los hechos son: hubo una explosión y el resultado fue de cuatro fallecidas, o sea una madre y sus tres hijas. Un padre, trabajador como usted señor lector, perdió a toda su familia.
En ello, algunos seres de extraño proceder avizoraron un “buen negocio”. Dice gente honesta que más de una autoridad cantonal ofreció donar los féretros y el dinero necesario para el respectivo velatorio; pero luego se marcharon sin cumplir.
Mucha maldad. No debieron haber ofrecido nada, no era su obligación; sin embargo lo hicieron quizá esperando tener alguna ventaja publicitaria del asunto, y luego se arrepintieron. Así, quizá sin intención, profundizaron el sentimiento de desdicha que aún debe estar pesando sobre los familiares de las fallecidas.
Pero, lo imposible de adjetivar, lo peor de todo y que con seguridad usted, señor lector, también repudia, es el que quienes realizan las autopsias hayan, según dice gente honesta, exigido esa noche el pago de al menos mil doscientos dólares por tal actividad. Finalmente, debido a la inmensa presión popular debieron hacerlo sin cobro alguno a los deudos.
No es la primera vez que los ciudadanos escuchan de cobros a los deudos por autopsias. Si no hubiera un médico estatal asignado a esto (y, por consiguiente, habría que pagar por uno particular), la municipalidad debiera haber asumido estos costos y establecido hace mucho la reglamentación para contratar profesionales del área, a fin de que reine la decencia en estos procesos tan dolorosos. Así, los parientes humildes no tendrían que añadir otro peso más (buscar dinero urgente) a la tragedia de perder seres queridos.
Que sea o no cierto lo que dice la gente honesta quedará en la conciencia de cada uno de los actuantes. Dios siempre recordará su comportamiento. La codicia es un Pecado Capital.
Ahora, luego de todo el morbo que rodeó la difusión de la noticia cabe repensar lo siguiente:
1. Las autopsias son gratuitas para los deudos.
2. El municipio debe facilitar la sepultura, gratis.
Ambas cosas están en la respectiva norma legal.
Por otro lado, el pueblo llano, la base popular, se comportó como se esperaba: particulares, amigos y familiares financiaron el velatorio, etc., entre ellos la propietaria de una funeraria que suministró sin costo una parte de los féretros. Muy bien.
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