lunes, 11 de agosto de 2008

El amor y la economía.

Publicado el 21 de agosto de 2004.-

“Así que se fue, me dejó el corazón en los huesos

y yo de rodillas.

Desde el taxi y haciendo un exceso

me tiró dos besos: uno por mejilla.” (Joaquín Sabina.)


La economía es una ciencia social muy fácil de comprender. Para muestra un botón:

Los enamorados…

Pepito ama a Juanita, por eso le dice que ella es la única que lo hace feliz y la hace sentir como si fuera la única mujer en el mundo. Ella se lo cree.

Los monopolios…

Un Monopolio se da cuando en un mercado hay sólo un productor de un bien o servicio. Eso es imposible que sea para siempre, pues tarde o temprano habrá otro productor, a menos que el mismo Gobierno lo impida mediante ley.

Comparativo…

Como Juanita está convencida de que es la única que puede hacer feliz a Pepito, es decir está convencida de que monopoliza el cariño que ofrece a Pepito, asume que nadie más puede hacerlo. Luego empieza a sentirse demasiado segura. Después ya no atiende a Pepito como debería. Por último, ya ni siquiera le presta atención pues está segura de que sólo ella “produce” el cariño que necesita Pepito y cae en el error de pensar que éste preferirá recibir un (Producto) cariño incompleto a no recibir ninguno. Llegará al extremo de engordar, actuar con desidia y no engalanarse para Pepito.

Enorme equivocación, pues aparecerá en el “mercado” otra persona, podría ser una Marilyn, que le ofrecerá ése “producto” cariño con una mejor calidad. Resultado final: Pepito dejará (De ser cliente de) el cariño de Juanita y se quedará con Marilyn.

Eso, exactamente, es lo que ocurre con los servicios que ofrece el Estado, exceptuando la educación superior (Que sí compite con el sector privado y es autónoma).

¿Qué pasara si para un determinado producto hay un único productor? Éste pudiera imponer el precio más alto que quisiere. ¿Qué pasara si lo hace? Hay dos posibilidades: la primera es que los consumidores compren un producto parecido (Sustitutivo), lo que obligaría a nuestro intrépido monopolista a bajar el precio para vender y no quebrar. La segunda alternativa es que aparezca otro empresario inteligente que decida, atraído por los precios altos (Indicio de grandes ganancias), producir el mismo producto, lo que terminaría con el monopolio pues ya habría más de un productor. Competirían por ganar clientes.

Conclusión

Los monopolios son malos, pues llevan a una pésima producción de servicios o bienes. No existen monopolios duraderos a menos que el Estado prohíba por Ley la existencia de competidores. Es decir, sólo existen monopolios legales gubernamentales, como por ejemplo: la seguridad social, el agua potable, la energía eléctrica, Etc. Uno más basura que otro porque no tienen competidores.

Por otro lado, para que le vaya bien en su matrimonio es buena idea no sentirse demasiado seguro(a), así se ve forzado(a) a brindar un mejor “producto” cariño cada día.

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