“¡Al fin y al cabo al que no le gusta se va!”: salario de USD60.00, atrasos en el pago, malas condiciones laborales, propietarios de escuelas abusivos. Desencanto final.
“Enseñas mejor lo que más necesitas aprender.” (Richard Bach.)
Revisemos algunas posibles causas de este problema de la Educ. Primaria/Secundaria Pública/Privada.
El producto y el precio (Salario)
Si la oferta de un producto -sea bien o servicio- es mayor que su demanda el precio tenderá a bajar. ¿Por qué? Porque el oferente prefiere bajar el precio con tal de vender todo y no perder. Recuerde el caso de las frutas.
En el tema que nos acoge el producto es el Servicio educativo. ¿Y qué tiene que ver lo anterior con esta reflexión? Pues, los salarios bajos que, normalmente, están entre USD60.00 y 180.00 por mes, en nuestra ciudad. BAJÍSIMOS.
A los profesores (Primaria-secundaria) les pagan poco porque, deduzco, son demasiados (Oferta > Demanda), lo cual es agravado por la situación económica ecuatoriana. Recuerde qué ocurre cuando uno de ellos pide más sueldo o mejores condiciones laborales: lo echan y siempre habrá 10 desempleados que realizarían el doble del trabajo por medio salario.
La capacitación del profesor y el salario
Es muy buena, pero la inversión es realizada durante 4 ó más años de estudios universitarios para salir a ganar una miseria que de vez en cuando es incrementada -a destiempo- a cuentagotas por el gobierno. Sin embargo, pagando USD120.00 el Estado quiere recibir un servicio de USD500.00. ¿Si a usted le pagan USD120.00 por un servicio, brindará un servicio que valga eso, o no? Esta es una condición natural del ser humano: sólo realiza una actividad si el beneficio (Material / Espiritual) a recibir será mayor que su costo. Si no, no lo hace.
Para variar, ese salario bajo llega tarde.
Las condiciones laborales
Este lunes vea la escuela de su hijo. La mayoría tienen carencias materiales (Techos, asientos, Etc.)
Propietarios abusivos
Una joya aparte: contratan familiares con privilegios únicos; obligan al profesor, avisando el día anterior, a asistir los fines de semana (Quitándole horas a su familia); el uniforme deben comprárselo de su salario. Ni hablar del seguro social o médico.
“¡Al fin y al cabo al que no le gusta se va!”
La bofetada y la sonrisa
Tomando en cuenta lo antes dicho ¡Cómo no tener profesores desanimados!
Aún así, ellos que día a día ven en los noticiarios la desintegración del país, ellos que conforman la más grande y mejor preparada agrupación (¿Sindicalista?), son quienes cada mañana les hablan a nuestros hijos de nuestras viejas glorias nacionales, de nuestros héroes, de la “riqueza” de nuestro país, con tal vehemencia que los adultos podremos siempre recordar a nuestros apreciados maestros. En mi caso, a la Prof. Nelly Murillo, la Srta. Priscila, la Srta. Nora, allá en nuestra linda escuelita Modesto Chávez Franco.
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