lunes, 11 de agosto de 2008

Solución: el Presupuesto Participativo.

Publicado el 28 de abril de 2007.-

Muchos municipios lo aplican. No hay que ser físico nuclear para hacerlo.


Que “el Alcalde construye pozos para ciudadelas privadas inhabitadas”, que “llegó al poder prometiendo el alcantarillado y no cumple”, que “el municipio no invierte en seguridad”, que “la gente se muere de dengue por falta de fumigaciones”, que “las calles no están en buen estado”, que “las escuelas se caen a pedazos”… y cuánto más sentencia la ciudadanía respecto a la administración municipal actual.

De la prefectura mejor no hablar. (Oídos sordos).

¿Cómo se pudiera resolver el problema? Sencillo: haga, señor gobernante seccional, un Presupuesto Participativo. ¿Qué es esto? Es un instrumento efectivo y concreto de democracia directa que involucra a los ciudadanos (Líderes barriales) en el debate y la toma de decisiones sobre las inversiones públicas que les resultan urgentes volviendo más eficiente -en el proceso- al municipio (O a la prefectura) reduciendo, además, el clientelismo y las prácticas corruptas.

¿Por qué llamar a los líderes barriales para hacer algo que mejor lo pudieran hacer los funcionarios del Departamento Financiero Municipal? Hay que ser humildes y aceptar que, generalmente: a.- Los funcionarios públicos, incluido el Alcalde, no saben qué inversión pública le urge a la población, pero proceden al tanteo imaginando qué será lo políticamente correcto; y b.- Los líderes barriales no están facultados, legalmente, a formular el presupuesto municipal. Así que es posible generar una sinergia entre la democracia representativa (El Alcalde y su equipo) y la democracia participativa (Los líderes barriales). Excelente combinación.

¿Qué especialista pudiera saber lo que los ciudadanos milagreños necesitan? Ninguno. Hasta el médico le pregunta al enfermo qué le duele para diagnosticarlo y luego recetarle. El médico no se imagina, viendo al enfermo, qué será lo que le duele. Le pregunta. Así debieran proceder los gobernantes, preguntarle al pueblo, directamente, qué le aqueja con más urgencia.

Hacer un presupuesto participativo es poco costoso. Una síntesis del proceso y de otros municipios que lo aplican consta en ésta misma sección de junio 05 de 2005.

Sus principales ventajas son: a.- Calma de las expectativas del ciudadano; b.- Se reduce el riesgo de amotinamiento en contra del Alcalde, pues si la población definió las inversiones no hay campo para mayores discusiones; c.- No se desperdiciarían dineros públicos; d.- La ciudadanía conocerá qué proyectos rebasan la esfera municipal (El alcantarillado o la red pública de agua entubada, por ejemplo, son -quizá- demasiado caros de realizar).

Muchos municipios lo aplican. No hay que ser físico nuclear para hacerlo. Estoy seguro que el Municipio de la ciudad sí es capaz de aplicarlo.

No hay comentarios: