lunes, 11 de agosto de 2008

La Sociedad Dormida (Parte I)

Publicado el 18 de marzo de 2006.-

Ni la dignidad de las mujeres está donde algunos se imaginan ni el sexo es tan importante.


“Y aunque estés despeinada me gustas igual,

aunque estés en pijama y sin maquillar,

aunque estés enojada por lo que pasó,

y aunque ya no te mire siempre te voy a querer.” (Tomado de Árbol.)


Les damos besos, regalos, canciones, cariños y hasta nos inventamos un día para celebrarlas. En fin, las consentimos. Pero eso no ocurre siempre, sino sólo cuando complacen a su varón, pues caso contrario la pudieran pasar muy mal, según lo visto en las denuncias presentadas en las Comisarías.

Es que las mujeres en nuestra sociedad son “de la casa” y los varones son “de la calle”. ¡Ah! Ya, entonces ellas no son bien vistas si salen mucho de casa y ellos sí lo son mientras más lo hagan. ¿Buena está la cosa? ¡Así, qué habrían hecho mal en su vida anterior para que en esta les toque ser mujer!

Ojo, que todavía hay “burrosaurios” que piensan así y que programan desde pequeñas (condenan) a sus hijas a estas vidas: levantarse, hacer las comidas, criar a los niños (Cuando juegan a las “muñequitas”), atender al marido (En todo lo que a él se le ocurra), y ya.

En no pocos casos las envían a la universidad, pero eso sí a ninguna fiesta ni discoteca, peor a esas reuniones en las que sólo se conversa y se bebe licor. Luego, obvio, a esta niña (Que no rompe un plato) cuando sea adulta le puede pasar: a.- Que consiga trabajo de Asistente y nunca ascienda; b.- Que su jefe la lleve en comisión a otra ciudad y abuse de ella; c.- Que aparezca un tipo de esos bastante “de la calle” la embelese y se case con ella y, después, la maltrate física y sicológicamente, lo que ella no reclamará… Y PUM, lo peor: ayudará a repetir su historia con cuantas hijas tenga. Romper el círculo vicioso es muy difícil.

También está la alternativa d.- Que se case con un buen hombre. Pero entre 4 una única buena alternativa se traduce en pocas posibilidades de éxito.

Ahora, técnicamente, le expongo la falacia del sexo: los padres se enorgullecen de saber que sus hijos tienen una vida sexual muy activa (Algunos hasta los felicitan), pero para sus hijas eso está prohibido porque ellas deben llegar virginales al matrimonio. ¡Ah! Ya, o sea que ellas no tienen los mismos deseos ni intenciones que los varones respecto del otro sexo. ¿O sea que ellas no son seres humanos? Sí, claro… pues -si alguien no lo había percibido- es imposible (Con el debido respeto), estadísticamente, que mientras los muchachos estén teniendo relaciones sexuales 1 ó 2 veces por semana las muchachas no las tengan porque entonces ¡¿los muchachos con quien lo están haciendo?! Usted sabe: el asunto es 1 y 1.

La verdad es dura, quizá, pero ni la dignidad de las mujeres está donde algunos se imaginan ni el sexo es tan importante como para que una señorita sea condenada a pasar el resto de su vida con un muchacho sólo porque fue encontrada teniendo relaciones sexuales con él (O embarazada).

La dignidad de la mujer está en su libertad.

Recuerde: aquello se hace en un abrir y cerrar de ojos. No pierda el tiempo pensando qué estará haciendo su hija. Si la crió bien de qué se preocupa, salvo que pueda pasar algo contra su propia voluntad.

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